sábado, 16 de diciembre de 2017

¿Dónde estuvo Jesùs en su adolescencia, y juventud?




Los años perdidos, su preparación



Hay muchos pasajes ocultos en la vida de Jesús. Uno de ellos es la poca información que existe sobre sus denominados años perdidos.


Una etapa secreta de su vida que ha disparado las más diversas hipótesis. ¿Dónde estuvo Jesús todo ese tiempo? ¿Fue así como aprendió sus extraordinarios poderes? Personalmente, considero que Jesús ya traía esas capacidades. Y con el tiempo, en la medida que fue comprendiendo y conociendo detalles de su Misión, adquirió la sabiduría necesaria para controlar sus facultades. Hechos extraordinarios como cesar tormentas, caminar sobre el agua o devolver la vista a un ciego.


Pero tan impresionante como sus milagros, era su sencilla y profunda enseñanza espiritual. Conocía perfectamente los Salmos y las profecías del Antiguo Testamento. Dominaba varios idiomas y conocía prefectamente el sentimiento humano, sus dolencias y sus grandezas. Y aunque generalmente enseñaba en parábolas, los propios evangelios citan que Jesús compartía sus conocimientos a los apóstoles en otro lenguaje más rico en detalles. todos estos puntos han sugerido que el Enviado habría pasado por un proceso de preparación.


Un episodio desconocido de su vida que abarca desde sus doce años a los treinta en que inicia su ministerio público. Si fue así, ¿cómo se preparó? ¿dónde estuvo todos esos años...?.


Algunos estudiosos hablan de lugares tan distintos como Persia o Tibet. Y no pocos investigadores defendieron que una visita a México y Sud América. Desde luego, todas estas tesis son difíciles de constatar. Y por otra parte, la visión conservadora de la Iglesia sostiene que no hay mayores misterios: Jesús estuvo al lado de sus padres todo ese tiempo ejerciendo el oficio de carpintero.


Lo cierto es que donde fuere que haya estado Jesús, adquirió el conocimiento necesario para fortalecerse en su Misión. Una misión que, como se desprende del significado de su nombre, era salvar al hombre. Una tarea que se vio en su propio ejemplo de vida.


El mayor secreto de sus poderes y milagros, fue sin duda aquella fuerza que denominamos FÉ, y que de acuerdo al Maestro si reuniéramos esa fuerza o energía, con el mismo volumen de un grano de mostaza, podríamos desplazar montañas. Hoy en día ese ejemplo no es tan alegórico.


La moderna física cuántica abre un mar de posibilidades ante la influencia del pensamiento humano en el mundo que nos rodea. Cómo lo sutil puede afectar la materia más densa, y manipularla a voluntad.


La fé, de acuerdo a la Biblia, es la convicción de lo que no se ve. Y Jesús enseño que no es un acto irracional. La fé verdadera se sustenta en el conocimiento. Y el Maestro tenía esa información.


De acuerdo a la información que manejamos, Jesús habría realizado un largo viaje tras la huella de las tribus perdidas de Israel. Y esa, es otra historia.


Es difícil rastrear todo cuanto ocurrió en la vida de Jesús. La Biblia afirma que se llenarían libros enteros con el legado de aquel hombre que hasta el día de hoy aviva todo tipo de discusiones. Y no es para menos: ¿Qué pensar de aquellos carros de fuego o "estrellas luminosas" que aparentemente le acompañaron en su nacimiento? ¿Cuál fue el real propósito de su misión en la Tierra? ¿Por qué anunció un segundo retorno? Partiendo de las revelaciones del contacto extraterrestre, exploremos esa otra historia del Jesús secreto.

viernes, 15 de diciembre de 2017

¿Existió realmente la Estrella de Belén?


La Estrella de Belén 

                      




La estrella de Belén es uno de los hechos sobrenaturales que encontramos en la vida de Jesús. Se trataba de un objeto luminoso que guió a tres misteriosos reyes magos al lugar donde se encontraba el Mesías.
En la Biblia, se describe como una estrella que se mueve en el cielo, y que se detiene en el preciso lugar donde se hallaba el enviado. Todos sabemos que en realidad no se podía tratar de una estrella. Los soles no se mueven describiendo tan rápidas trayectorias en el cielo, y más aún, deteniéndose a voluntad como describen los evangelios. Fue así que en el siglo XVII el astrónomo Alemán Kepler propuso la teoría de la conjunción estelar entre Júpiter y Saturno para explicar el enigma.


Esta conjunción ocurrió tres veces en el año 7 antes de Cristo. Asumiendo que los Reyes Magos fuesen astrólogos, esta teoría adquiere fuerza. Júpiter y Saturno representan al "Instructor" y "El Tiempo". Es decir, la alineación de aquellos planetas sostenía la profecía de la llegada de un enviado, de un señor y maestro del tiempo.


Esta conjunción, además podría señalar el nacimiento de Cristo siete años antes de lo que se supone.


La explicación la encontramos en dos errores históricos que afectaron nuestro calendario.





El primero, se cometió cuando el emperador Carlomagno dispuso la modificación del calendario con el fin de tomar como referencia la fundación de Roma, sino el nacimiento de Jesús, fecha que hizo coincidir con la muerte de Herodes El Grande, siendo que ésta, en realidad, tuvo lugar cuatro años después que Jesús llegase al mundo.


El segundo error data de la época del Papa Gregorio. En este caso el calendario sería modificado sin tener en cuenta el Censo que Octavio Augusto mandara a realizar en Judea, por lo cual se añadieron tres años a la ya desfasada época.


  Y Jesús tampoco nació en diciembre.

Está demostrado que en el 25 de diciembre se celebraba en Roma la fiesta pagana del Sol, o Sol Invictus, ocasión en que se hacían regalos a los niños y se decoraban los árboles. Al convertirse el imperio romano al cristianismo, para no perder la costumbre de celebrar esa fecha y al desconocer el día exacto del nacimiento de Jesús, se fundieron las costumbres.


Jesús, además, no podía haber nacido en diciembre, pues en ese mes la antigua Palestina es muy fría como para sacar los rebaños a pastar, tal como lo sostienen los evangelios.




¿Entonces cuál es la fecha correcta?

Supuestamente, Jesús debería haber nacido el 7 de marzo del año 7 antes de nuestra Era. La conjunción más importante ocurrió en aquella fecha, y así está registrada en la antigua escuela astronómica de Sipar en Babilonia. Y sin duda, aquel mes es un momento más propicio para sacar a pastar ganado.


Como fuere, independientemente de la conjunción, hay otras teorías para la estrella de Belén. Desde una supernova no hace falta analizar este argumento tan peregrino a un avistamiento ovni, pues aquel objeto luminoso se mueve y se detiene en el cielo. Pero, ¿quién volaba en aquella época?.


Lo cierto es que algo extraordinario ocurrió, y marcaba el nacimiento de un enviado del cielo. Un enviado, que muchos aguardaban. Desde los Esenios de Qumran hasta los misteriosos Reyes Magos, que no pocos identifican como emisarios de la legendaria Hermandad Blanca.

jueves, 14 de diciembre de 2017

¿Qué hacer el tercer domingo de Adviento?

CELEBRACIÓN DE ADVIENTO EN FAMILIA
3er Domingo



Tema: “Hagamos mejor las cosas en familia”
Sentarse alrededor de la Corona de Adviento.

2º El hijo(a) mayor enciende las dos velas moradas y la tercera vela que es de color rosada, esta vela representa la justicia de Dios.
La Biblia dice que Dios es justo y recto; todos sus caminos son justos y no hay iniquidad en él. La justicia es resultado del amor, sin este requisito no hay justicia. Dios es misericordioso y por eso es justo. Jesucristo nos invitó a buscar el reino de Dios y su justicia. Esta justicia basada en el amor es lo que Dios quiere que practiquemos como cristianos.

3º Inicio: Luego una persona dirige la oración.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Luego apagan las luces y leen el Evangelio según San Mateo 5, 13-16:

“Ustedes son la sal de la tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad asentada sobre un monte, ni se enciende una lámpara y se la pone bajo la mesa, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casa. Así ha de lucir su luz ante los hombres, para que, viendo sus buenas obras, glorifiquen a su Padre, que está en los cielos.”
* Palabra del Señor.

* Todos responden: Gloria a ti, Señor Jesús.

4° Para reflexionar:
Después de la lectura, se guarda silencio y se hace la siguiente pregunta: ¿qué cosas buenas hago por mi familia? compartamos todos.

5° Propósitos:
Cada miembro de la familia puede decir qué obra buena promete hacer para el bien de su familia durante esta semana y lo que promete debe cumplirlo.

6° Peticiones:
Si alguno desea puede hacer una petición antes de finalizar.

7° Oración Final:
Padre, en nuestra familia crecemos y aprendemos a ser mejores, te pedimos hoy que nos ayudes a ser una buena familia cristiana y ser ejemplo para los que nos rodean. Danos la fuerza para mejorar o cambiar lo que sea necesario de nosotros y que nuestra familia sea mejor cada día. Amén.

8° Despedida: Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos un Padre Nuestro y tres Ave María, para terminar podemos cantar una alabanza.


miércoles, 13 de diciembre de 2017

¿Quiénes fueron los que visitaron el nacimiento de Jesús?

Los Carros de Fuego





Es imperante hacer un aparte: ¿Los ángeles de Dios necesitan de vehículos para llegar a la Tierra? ¿Quiénes eran realmente aquellos visitantes? ¿Por qué estaban tan atentos al nacimiento de Jesús?.


Desde la nube que acompañó a Moises en la liberación del pueblo hebreo, al arrebato de Elías por una carroza de fuego, a la visión de Ezequiel é, inclusive, a la mismísima estrella de Belén, que se mueve y se detiene en el cielo, la Biblia aporta diversas referencias a estos vehículos celestes. Como es natural de esperarse, cualquier alusión a ovnis en la Biblia, enoja a algunos estudiosos bíblicos.


Y he dicho bien, algunos, no todos. Por ejemplo, Monseñor Corrado Balducci, miembro de la Curia Vaticana, y amigo personal del difunto Papa Juan Pablo II, aseguró que los católicos no deberían repugnar la idea de que los ángeles en carros de fuego que se mencionan en la Biblia, podrían ser civilizaciones extraterrestes que nos visitaron en el pasado. Hoy en día, sus declaraciones no constituyen níngun secreto.


Por ejemplo, un caso típico de un posible avistamiento ovni en la Biblia lo encontramos en la "visión" del profeta Ezequiel.


Sentado junto al río Kebar, en Babilonia, Ezequiel vio a lo lejos un "torbellino" aproximándose; aquel fenómeno misterioso, de pronto, se convirtió en una nube de fuego que luego aterrizó con gran estruendo.


El personaje Bíblico se encontraba ahora frente a un vehículo deslumbrante que parecía estar compuesto de ruedas, alas y criaturas vivientes. También llevaba un trono, sobre el cual iba sentada una "silueta de forma humana".


Para Josef F. Blumrich, ingeniero técnico de la NASA, hablar de un ovni frente al profeta era una tontería. Y se aprestó a demostrarlo. Sin embargo, su estudio de la visión reveló que efectivamente el profeta había descrito, con término de la época, un concreto objeto físico, que guardaba coherencia en su estructura.



Observe y juzgue esta imagen (ver figura) que de acuerdo al estudio de Josef Blumrich, sería lo que realmente vio Ezequiel. Y subrayo, que no era un "perico de los palotes". Además de sus credenciales como ingeniero de la NASA, desempeñó un papel importante en la creación del Skylab y el trasbordador espacial, y por si fuera poco, tuvo la rara distinción de que en 1972 se le concediera la medalla de servicios excepcionales de la NASA por su extraordinaria aportación a los proyectos Saturno y Apolo.


¿Fue realmente un objeto volador no identificado?


¿Una señal astrológica?


¿Un cometa?


¿O el signo inequívoco del nacimiento del Mesías?

martes, 12 de diciembre de 2017

¿Sábes como fue el nacimiento de Jesús?



UN NACIMIENTO PREDESTINADO




 


Todo así señala. Desde antes de su nacimiento, encontramos una serie de hechos extraños que hablan de una programación. De un plan orquestado por fuerzas superiores para que aquel niño viniese al mundo.

Prueba de ello es la elección de María como madre de Jesús. De acuerdo a los textos apócrifos, que no son tan aceptados oficialmente por la Iglesia Católica, sus padres, Joaquín y Ana, eran estériles. Sin embargo, concibierón a la niña que más tarde quedaría también embarazada bajo circunstancias misteriosas para dar a luz a Jesús.

Desde luego, María o "Miriam", en hebreo, era un ser especial. De acuerdo a diversos estudiosos, desde muy joven tuvo una gran religiosidad y vida mística. Alrededor de los 14 años habría tenido a Jesús, y lejos del concepto de aquella mujer blanca de cabellos rubios y ojos azules, realmente habría sido una mujer del tipo palestino, con cabello negro y tez bronceada.

Y como decíamos, el nacimiento de Jesús se mostraba planeado hasta el más mínimo detalle.

Por ello la aparición de aquel "visitante de luz" a María, identificado como el Arcángel Gabriel, quién le anuncia que está embarazada y hasta le sugiere el nombre del niño: Jesús. Un nombre que, como todos sabemos, significa "salvador" o el que "salva". Es decir, desde antes del nacimiento, la misión de Jesús ya había sido establecida.

Y su nacimiento, como era de esperarse, ocurrió también bajo condiciones extrañas.

Muchos estudiosos coinciden en que este habría ocurrido en una gruta camino a Belén y no en un pesebre a campo abierto, una idea posterior que se acuñó a la fé cristiana. Y aunque los evangelios canónicos no ofrecen mayor detalle del nacimiento, los evangelios apócrifos sí aportan algunas escenas de tan importante momento. Quizá la más resaltante es la descripción de una nube luminosa que se posa sobre la caverna donde se hallaba María. Y la sorpresa de José al ver cómo el tiempo se detenía, al punto de contemplar a las aves en pleno vuelo "estacionadas" en el cielo, como si "algo" o "alguien" hubiese paralizado aquel momento.

Aquellas nubes luminosas, o carros de fuego, se mencionan más de una vez en la Biblia que todos conocemos. Sin duda, hay más de una interpretación. Pero no pocos estudiosos asocian estas apariciones con los vehículos de los ángeles. ¿Eran ellos quienes asstían desde aquella extraña nube el nacimiento de Jesús?.

lunes, 11 de diciembre de 2017

¿Conoces la vida secreta de Jesús de Nazareth?

Jesús Secreto




Su vida marcó historia. Y su mensaje desafió al tiempo. Jesús de Nazareth, fue sin duda., uno de los hombres más misteriosos de la historia. Desde sus asombrosos poderes, como cesar tormentas, caminar sobre el agua o devolverle la vida a los muertos, a la increíble sabiduría que ostentaba, aquel hombre de túnicas blancas no dejaba de sorprender. Muchos le amaron y siguieron. Pero otros vieron en él a un peligroso agitador que ponía jaque doctrinas que se insinuaban más humanas que divinas.

Por ello Jesús terminó en la cruz.

Pero más allá de la historia oficial que se desprende de los evangelios, quién fue realmente Jesús. Por qué vino. En qué consistió su misión.

Aquí presentaremos una síntesis de los enigmas que encierra el hombre más amado de todos los tiempos

sábado, 9 de diciembre de 2017

EL CONCEPTO DE JESÚS SOBRE EL REINO.


EL CONCEPTO DE JESÚS SOBRE EL REINO.




El Maestro aclaró que el reino del cielo debe comenzar con el concepto dual de la verdad de la paternidad de Dios y el hecho correlacionado de la hermandad de los hombres, y debe centrarse en esto. La aceptación de esta enseñanza, aclaró Jesús, liberaría al hombre de su larga esclavitud de miedo animal y al mismo tiempo enriquecería el vivir humano con los siguientes dones de la nueva vida de libertad espiritual:
     1. La posesión de un nuevo valor y mayor poder espiritual. El evangelio del reino iba a liberar al hombre e inspirarlo para que se atreviera a albergar la esperanza de vida eterna.
     2. El evangelio llevaba un mensaje de nueva confianza y verdadero consuelo para todos los hombres, aun los pobres.
     3. En sí mismo era una nueva norma de valores morales, una nueva vara de ética para medir la conducta humana. Ilustraba el ideal del nuevo orden de la sociedad humana que resultaría de él.
     4. Enseñaba la preeminencia de lo espiritual en comparación con lo material; glorificaba las realidades espirituales y exaltaba los ideales sobrehumanos.
 5. Este nuevo evangelio presentaba el alcance espiritual como meta auténtica del vivir. La vida humana recibía una nueva dotación de valor moral y dignidad divina.
     6. Jesús enseñó que las realidades eternas eran el resultado (la recompensa) del esfuerzo recto en la tierra. La estadía mortal del hombre en la tierra adquirió nuevo significado como consecuencia del reconocimiento de un destino noble.
     7. El nuevo evangelio afirmaba que la salvación humana es la revelación de un propósito divino de largo alcance que debe ser satisfecho y realizado en el destino futuro del servicio sin fin de los hijos salvados de Dios.
     Estas enseñanzas comprenden la idea ampliada del reino que enseñó Jesús. Este gran concepto casi no se pudo encontrar en las enseñanzas del reino, elementales y confusas, de Juan el Bautista.
     Los apóstoles eran incapaces de aprehender el significado real de las declaraciones del Maestro sobre el reino. La distorsión subsiguiente de las enseñanzas de Jesús, tal como se las encuentra en el Nuevo Testamento, se debe al hecho de que el concepto de los que escribieron los evangelios estaba teñido por la creencia de que Jesús en ese momento se había ausentado del mundo tan sólo por un corto tiempo; que pronto retornaría para establecer el reino en poder y gloria —la misma idea que ellos habían mantenido mientras estaba él con ellos en la carne. Pero Jesús no vinculaba el establecimiento del reino con la idea de su retorno a este mundo. El hecho de que hayan pasado siglos sin ningún signo de la aparición de la «Nueva Era» no está de ninguna manera en desacuerdo con las enseñanzas de Jesús.
     El gran esfuerzo contenido en este sermón fue un intento de traducir el concepto del reino del cielo en un ideal de la idea de hacer la voluntad de Dios. Durante mucho tiempo había enseñado el Maestro a sus seguidores a que oraran: «Venga tu reino; hágase tu voluntad»; y en este momento intentó con gran intensidad inducirlos a que abandonaran el uso del término reino de Dios en favor del equivalente más práctico, la voluntad de Dios. Pero no tuvo éxito.
     Jesús deseaba sustituir la idea de reino, rey y súbditos por el concepto de familia celestial, Padre celestial, e hijos liberados de Dios ocupados en el servicio gozoso y voluntario de sus semejantes y en la adoración sublime e inteligente de Dios el Padre.
     Hasta este momento, los apóstoles habían adoptado un doble punto de vista del reino; lo consideraban:
     1. Un asunto de experiencia personal presente en ese momento en el corazón de los verdaderos creyentes, y
     2. Una cuestión de fenómeno racial o mundial; que el reino existiría en el futuro, algo que se podría añorar.
     Consideraban el advenimiento del reino en el corazón de los hombres como un desarrollo gradual, como la levadura en la masa o como el crecimiento de la semilla de mostaza. Creían que el advenimiento del reino en el sentido racial o mundial sería tanto repentino como espectacular. Jesús nunca se cansó de decirles que el reino del cielo era su experiencia personal en la comprensión de las cualidades más altas de la vida espiritual; que esas realidades de la experiencia espiritual se traducen progresivamente en niveles nuevos y más altos de certeza divina y grandeza eterna.
     Esa tarde, el Maestro les enseñó claramente un nuevo concepto de la doble naturaleza del reino, al ilustrar las siguientes dos fases:
     «Primero. El reino de Dios en este mundo, el supremo deseo de hacer la voluntad de Dios, el amor altruista del hombre que rinde los buenos frutos de una mejor conducta ética y moral.
«Segundo. El reino de Dios en el cielo, la meta de los creyentes mortales, el estado en el que el amor por Dios se ha perfeccionado, y se cumple la voluntad de Dios más divinamente».
     Jesús enseñó que, por la fe, el creyente entra ahora al reino. En los varios discursos enseñó que dos cosas son esenciales para ingresar al reino por la fe:
     1. La fe, la sinceridad. Venir como un niñito, para recibir el don de la filiación como un regalo; someterse a hacer, sin preguntas, la voluntad del Padre, y con una genuina y plena confianza en la sabiduría del Padre; entrar al reino, libre de prejuicios y preconceptos; tener la mente abierta y dispuesta a aprender como un niño pequeño.
     2. El hambre de la verdad. La sed de rectitud, un cambio de la actitud mental, la adquisición de la motivación para ser como Dios y para encontrar a Dios.
     Jesús enseñó que el pecado no es hijo de una naturaleza defectuosa, sino más bien el descendiente de una mente conocedora dominada por una voluntad no sumisa. Sobre el pecado, enseñó que Dios ha perdonado; que nosotros podemos disponer personalmente de ese perdón mediante el acto de perdonar a nuestros semejantes. Cuando perdonas a tu hermano en la carne, creas de esa manera en tu alma la capacidad para recibir la realidad del perdón de Dios por tus errores.
     Cuando el apóstol Juan comenzó a escribir la historia de la vida y las enseñanzas de Jesús, los primeros cristianos ya habían tenido tantos problemas con la idea del reino de Dios y las persecuciones por ella generadas que prácticamente habían abandonado el uso de este término. Juan habla mucho sobre la «vida eterna». Jesús a menudo se refirió a esta idea como el «reino de la vida». También mencionó frecuentemente «el reino de Dios dentro de vosotros». Una vez habló de tal experiencia como «la hermandad de la familia con Dios el Padre». Jesús intentó reemplazar «reino» por muchos términos, pero siempre sin éxito. Entre otros usó: la familia de Dios, la voluntad del Padre, los amigos de Dios, la comunidad de los creyentes, la hermandad del hombre, el redil del Padre, los niños de Dios, la comunidad de los fieles, el servicio del Padre, y los hijos liberados de Dios.
     Pero no pudo escapar al uso de la idea del reino. Tan sólo más de cincuenta años más tarde, después de la destrucción de Jerusalén por los ejércitos romanos, este concepto del reino comenzó a transformarse en el culto de la vida eterna a medida que sus aspectos sociales e institucionales fueron incorporados por la iglesia cristiana en rápida expansión y cristalización.

 INFORME URANTIA

viernes, 8 de diciembre de 2017

Formando una Familia de Luz


FORMANDO UNA FAMILIA DE LUZ




A medida que se desarrollan en la forma humana, ustedes pasan por unas etapas en su vida donde interactúan con el yo, con otros, y establecen su identidad. Idealmente esta identidad forma un individuo que es fuerte pero flexible, al tiempo que la hermosa dualidad los empuja al interior y los jala al exterior – aunque otro debe ser jalado al exterior y empujado al interior. Las claves de la vida abundan. 
¿Qué es realmente al interior y al exterior?
La familia desempeña aquí esta función y ustedes encuentran el poder de su Luz. La familia es un grupo que acuerda sostener el espejo de cerca para hacer brillar la luz sobre los aspectos que ustedes aman y los que no aman —aspectos de su yo y de su vida.

Su Familia de Luz los ayuda a brillar
El diamante es creado a partir del carbón bajo una gran presión y mucho tiempo. Una vez se ha formado el diamante ustedes le dan forma en facetas que amplifican su brillantez, trayendo al exterior lo que ya estaba en el interior. Su Familia de Luz los ayuda a moldearse en muchas facetas del yo. A veces se siente como una presión cuando se resisten a liberar. Otras veces se siente como un apoyo pues se sienten nutridos para crecer. Es muy similar a la semilla, ustedes están rodeados a menudo por lo que aparenta ser la oscuridad, pero en realidad es el fértil apoyo que los ayuda a florecer en la Luz.

La Familia está todo a su alrededor. De niños sintieron que no tenían elección. De adultos se les ofrece una oportunidad para crear similares dramas familiares con nuevos personajes, o responder de manera diferente a las mismas presiones que los formaron en la joya que ustedes son. Elijan Formar una Familia de Luz que los apoye para que se faculten/empoderen.
Creen relaciones en el plano interno y el plano externo que les ayuden a hacer brillar su radiantez. Sus relaciones en el plano interno los ayudan a entender sus motivaciones, inseguridades, temores, y nuevas soluciones para un Amor facultado. Sus relaciones en el plano exterior los ayudarán a entender los límites e interacciones sanos, y el apoyo de la Vida.

Para formar una Familia de Luz se empieza primero con quienes tienen cualidades resonantes que apoyen con sus facultades. Luego ustedes empiezan a reconocer que están involucrados con colegas de trabajo y otros que también los están llamando a brillar. Ustedes empiezan a sentir su conexión con aquellos con los que nunca se encontrarán pero que son su Familia de la humanidad. Empezarán a tener la fortaleza para estar abiertos a sus aspectos positivos y negativos, creando un flujo de Amor de apoyo que antes no había estado disponible.

Cuando aman en cara a la oposición (inclusive a distancia), personifican la gracia bajo presión. El diamante se ha formado. Es hora de liberarse a sí mismos de la presión, permitiendo que todas las facetas de su Luz brillen.

Mientras nos sentamos a Vocear Formando Una Familia de Luz, estamos creando relaciones con otros y con el yo que enseñan un Amor facultado con la fuerza del diamante. Nos estamos conectando con el colectivo de la vida a un nivel consciente pues somos lo suficientemente fuertes como para enfrentarnos a las facetas de la humanidad que están reflejando algo que no hemos tenido el coraje de Amar. Estamos mejorando nuestra claridad a medida que reconocemos el potencial creativo en cada experiencia. Estamos fortaleciendo el Amor que es natural para la humanidad, pero que se perdió en el temor. Hemos de recordar el coraje interior que el abrazo del Amor trae a la Luz del día. ¡Sigan Voceando!

jueves, 7 de diciembre de 2017

¿Sabes cuándo hablar y cuándo callar?


El poder de las palabras


"Cuenta la historia que, en cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a su atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra, y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás"


"Lo que usted dice no tiene ningún valor"- lo interpretó un señor que se encontraba en el auditorio.

El maestro le escuchó con mucha atención y tan pronto terminó la frase, le gritó con fuerza: "Cállate, estúpido y siéntate, idiota". Ante el asombro de la gente, el aludido se llenó de furia, soltó varias maldiciones y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alzó la voz y le dijo: "Perdone caballero, le he ofendido y le pido perdón; acepte mis sinceras excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estemos en desacuerdo".

El señor se calmó y le dijo al maestro: "Le entiendo, y también pido disculpas y acepto que la diferencia de opiniones no debe servir para pelear, sino para mirar otras opciones".

El maestro le sonrió y le dijo: "Perdone usted que haya sido de esta manera, pero así hemos visto todos del modo más claro, el gran poder de las palabras: Con unas pocas palabras le exalté, y con otras pocas le calmé".

Las palabras no se las lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente... Las palabras curan o hieren a una persona.

Por eso mismo, los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio. Piensa en esto y cuida tus pensamientos, porque ellos se convierten en palabras, y cuida tus palabras, porque ellas marcan tu destino.

Medita sabiamente para saber cuándo y cómo hay que comunicarse, y cuándo el silencio es el mejor regalo para ti y para los que amas.

Eres sabio si sabes cuándo hablar y cuándo callar. Piensa muy bien antes de hablar, cálmate cuando estés airado o resentido, y habla sólo cuando estés en paz.

Recuerda que las palabras tienen poder y que el viento nunca se las lleva. Las palabras encierran una energía que bien puede ser positiva o negativa.
Recuerda: "Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca.


"Mas el que refrena sus labios es prudente"
Proverbios 10:19

"Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal"
Santiago 3:8


Si quieres refrenar tu lengua da a Dios las riendas de tu corazón.
Santiago 1:26