¡Hola
hermanos! Hoy queremos hablarles de la Navidad. La Navidad es la fiesta
central de todos los cristianos: ¡Es el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios!
Celebramos la cercanía y la ternura de Dios que ha querido compartir muy
de cerca la vida con toda su creación. Por ello es importante darnos cuenta
que es a Dios a quién celebramos en la Navidad.
Muchas
veces en el tiempo de Navidad caemos en la distracción del “consumo” y
nos concentramos en los regalos, ropas, comidas y pensamos que si no
tenemos todo eso no somos felices.
Esto es una gran pena pues la verdadera felicidad
es el amor que Jesús nos trae en cada Navidad: la Paz, el Amor y la
Justicia entre todos nosotros.
Entonces la fiesta tendrá sentido
si ponemos al Niño Dios como el centro de nuestra celebración ¡el
centro de nuestras vidas!
Para
celebrar la Navidad necesitamos un tiempo de preparación. Ese tiempo se
llama Adviento,
que dura cuatro semanas.
El Adviento quiere
prepararnos y enseñarnos que lo más importante es el cambio
que podemos hacer en nuestra vida personal y familiar.
Para que haya unión
y comprensión en el hogar, es necesario un cambio de actitud muy distinta
de la que manda la sociedad del “compra, compra...”
Y
¿cómo debe ser esa nueva actitud? Pues mejorando nuestro comportamiento, leyendo
la Biblia, orando con nuestra familia, reflexionando y dialogando entre
esposos y con los hijos. Esto abrirá el corazón y descubriremos que
podemos ser mucho más generosos de lo que somos, que tenemos una capacidad
de amar que ahora ni sospechamos.
Hasta descubriremos que los sufrimientos
de la vida, asumidos con fe, se convierten en fuente de bendiciones.
Gracias
a Dios, podemos arrepentirnos. Podemos cambiar de vida y de corazón.
A Dios le encanta perdonar porque quiere que sus hijos estén con Él.
El Adviento es
el tiempo en el que el Señor nos dice que, con su gracia y ayuda,
eliminemos nuestros caprichos y vicios y entremos así de nuevo en el plan
que Él tiene para que seamos felices. Es una invitación a cambiar de vida de
prepararnos para la venida de Jesús.
Adviento es
un tiempo para recordar y celebrar, siempre de nuevo, lo que Dios
ha hecho por nosotros, por todos y lo seguirá haciendo incansablemente siempre.
El tiempo de Adviento culminará en Navidad.
Les
invitamos a practicar esta preparación y a celebrar ¡cómo debe ser! la venida
de Jesús al mundo, con amor, en paz y en familia.
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