viernes, 2 de marzo de 2012

¿QUE ES UN CHAMAN?


¿QUE ES UN CHAMAN?


En cada clima y cultura surgen almas que viven en la orilla mágica de la realidad. Iniciados en una manera consagrada de ser, su ocupación está en lo no ordinario, lo interior, lo iluminado en sueños, lo intangible. No siendo ni sacerdotes ni curanderos, aunque a veces funcionan como tales, han sido tomados por hechiceros, magos, psíquicos, yogis, médium,  místicos, videntes, brujos. Han sido tamborileros y danzantes, artistas y atletas, entrenadores y embusteros, sabios y guerreros. Pero cualquiera que sea su papel, caminan por la senda de la mediación entre el paisaje cotidiano y el reino de los arquetipos, con un pie en cada caballo mientras se desplazan entrando y saliendo de estados alterados de consciencia.
"Shamán" es la versión inglesa de saman ("shah-man"), sustantivo y verbo Evenk de los Tungus de Siberia. Donde sea que se le encuentre, el shamán, femenino o masculino, es el especialista comunitario en los tratos con el Más Allá —el otro mundo, el mundo superior o el mundo interior; un esgrimidor de poder sobrenatural, un experto del éxtasis (Mircea Eliade) quien, ya sea curando, guerreando, prediciendo, cambiando el clima, cocinando hierbas, organizando cacerías, haciendo máscaras, acompañando a las almas muertas o localizando a las perdidas, ejecuta el papel de maestro de operaciones del inconsciente.
La consciencia shamanística no es simple hipnosis, fantasía, posesión, contorsión, depresión, terror o intoxicación, aunque puede apropiarse de estas cosas. Golpeando un tambor o ingiriendo peyote, soñando lucidamente o cayendo en trance, el shamán permanece enfocado y consciente, sabiendo bien que los viajes internos no significan nada a menos de que sus frutos sean traídos de regreso a este mundo y hechos realidad mediante rituales, danzas, lenguaje, arte, música o curación (la especialidad más frecuente del shamán), vertiendo el poder acumulado "allá" en actividades útiles "acá".
Algunas de las artes creadas por los shamanes para tal realización incluyen: tocar tambores, música, acrobacia, teatro, arquitectura, escultura, tallado, pintura, pintura en arena, pintura corporal, tatuajes, mudras, talismanes, malabares, ilusionismo, títeres, ventriloquia, equilibrio en cuerda floja, pirofagia, entrenamiento de animales, escritura, cultivo de plantas, astronomía, metalurgia y las artes de la navegación.
Tales proezas requieren de un entrenamiento riguroso y muchos años de paciente práctica. Por lo tanto, la instrucción shamanística tradicional es supervisada externamente por otros shamanes e internamente por seres o guardianes espirituales que ofrecen su amistad y otorgan poder al aprendiz. Los seres espirituales son particularmente importantes: ningún shamán se convierte en shamán sin recibir una seña aprobatoria transpersonal de ellos. Aunque algunas tácticas de ventas de la Nueva Era dan a entender que convertirse en shamán implica simplemente encender incienso y hacer algunas visualizaciones guiadas, (razón por la cual la mayoría de lo que hoy en día se anuncia como shamanismo es mera palabrería), el sentido del llamado en el auténtico shamán no es un antojo o capricho, sino el heraldo de una vocación peligrosa. Es abrumador, cambiando el curso de la vida, aplastando temporalmente al ego, y a menudo tan doloroso que llega al punto del pánico. Como lo describe el shamán Sioux Alce Negro (Black Elk):
Cuando llega una visión de los seres de trueno del oeste,

llega con terror como una tormenta de relámpagos.
Pero cuando pasa la tormenta de visión, el mundo es más verde y más feliz,
pues donde la verdad de la visión cae sobre el mundo, es como la lluvia.
Verás, el mundo es más feliz después del terror de la tormenta.

A menudo el llamado llega en forma de una crisis mental o física incurable por los métodos normales. Para asumir su vocación, o incluso en algunos casos para sobrevivir, el iniciado debe curarse a sí mismo. Durante este proceso, la curación simboliza una especie de muerte, particularmente la muerte de una parte de sí mismo con la que el iniciado tenía tendencia a identificarse; quizás haya sueños de entierros, desmembramientos, reemplazo de ojos u oídos, transformación de órganos o huesos. Un viejo yo expira y el nuevo asume la responsabilidad de aprender la geografía de lo no ordinario que comienza a abrirse rápidamente frente a él, aprendizaje que incluye nombrar objetos, poderes, lugares y seres de otros mundos y transferir sus poderes a la vida cotidiana.
Puesto que tales poderes abundan en el mundo percibido por la consciencia shamanística, el shamán ve la naturaleza como un sistema espiritual-energético y observa cuidadosamente sus equilibrios e interdependencias. Al principio los antropólogos atribuían la perspectiva shamanística a un animismo primitivo. Hoy, en la sinceridad del shamán hacia los espíritus o esencias de las cosas animadas e inanimadas, podemos ver un respeto del que nuestro mundo tan dañado ecológicamente ya no puede prescindir.
Aunque los shamanes se encuentran en todos lados, el grado de su aceptación varía. La Inquisición, por ejemplo, los exterminaba, mientras que muchas sociedades nativas han honrado al shamán y valorado sus conocimientos (por ejemplo, los Hataali o cantantes Navajo, a quienes se les ofrecían regalos por producir, de una memoria altamente entrenada, cantos que duraban una semana entera para las ceremonias principales). Los occidentales modernos que toman literalmente lo que escuchan sobre los animales de poder y los viajes del alma, o bien ostentan una idealización infantil de las habilidades del shamán, o los menosprecian considerándolos como remanentes de otras épocas. Ninguna de estas perspectivas comprende la vitalidad simbólica de las prácticas shamanísticas ni las profundidades insondables de los dominios del shamán: el psique arquetípico, tan extensamente inexplorado. Para decirlo en el lenguaje de Jung: al igual que la alquimia, el shamanismo expresa una forma proyectada particularmente pura de la psicología del inconsciente colectivo.
Aunque es la relación más antigua de la humanidad con el espíritu, el shamanismo es un conjunto de habilidades y prácticas acumuladas pacientemente y no una religión. No hay clero, iglesia, credo, misión o colección de creencias eclesiásticamente correctas. El tecnicismo de su planteamiento empírico hacia lo espiritual lo distingue de las facciones tanto legalista como liberal de la religión, liberándolo a la vez para poder brindarles apoyo y trabajar a su lado.
Tampoco es el místico necesariamente un shamán, aunque muchos shamanes entienden el misticismo. A diferencia de lo que los contemplativos llaman la "consciencia divina", el éxtasis del shamán (de ekstasis: "ser colocado fuera", "destacarse"; comparar el uso de Nietzsche del término frenesí) no busca la auto-exploración o la unión con Dios, sino la desviación de las fuerzas arcanas hacia labores concretas en el aquí y el ahora, como la curación, la terapia, el arte y la restauración de la armonía comunitaria. El shamán no es un santo sino un conducto, un embajador, un intermediario familiarizado con las polaridades internas, tanto luminosas como oscuras, que generan poder.
Temas que se repiten en las vidas del shamán auténtico:
Un sentido vitalicio de que uno es diferente; incapacidad de "encajar" completamente; una postura intuitiva o espiritual hacia la vida que se siente más intrínseca que aprendida.

Ser elegido por el llamado shamanístico en lugar de elegirlo. El llamado se manifiesta como un suceso que altera la vida, de intenso significado personal y espiritualidad; sentimientos adjuntos de culpa, éxtasis o falta de mérito; temer que uno está loco (peor en las culturas que no reconocen o autentifican al prometedor adepto); afirmaciones sincrónicas del llamado; enfermedad si el llamado no es atendido.
Temporada larga de enfermedad física o psicológica incurable por los métodos tradicionales: si el shamán potencial puede curarse a sí mismo metiéndose lo suficientemente dentro de sí mismo, ha pasado la verdadera iniciación, aunque después atraviese por otras menores.
O bien una historia familiar de iniciaciones shamanísticas (por ejemplo, una abuela que fue shamán), o referencias internas de sus ancestros (por ejemplo, una figura en sueños que declara: "a tu madre no le simpatizamos, así que ahora es tu turno").
Recibir un nombre "verdadero" o espiritual de una figura (espíritu, guía, arquetipo, animal de poder) en un sueño o visión.
Entrenamiento en técnicas de alteración de consciencia bajo la conducción de guías tanto internos como externos.
Manifestaciones espontáneas de curación dentro de la comunidad, sean o no en la proximidad física inmediata del shamán; un obvio incremento de incidentes de buena fortuna que desaparecen cuando el shamán abandona el área.
Fácil reconocimiento de sucesos sincrónicos (usualmente considerados como señales o augurios).
Los tatuajes, perforamientos, escarificación u otras clases de marcado pueden significar una importante lección de vida, curación o iniciación.

viernes, 24 de febrero de 2012

EL AMOR

EL AMOR


El amor es el mundo en que el Espíritu Divino vive.
El más gran mundo conocido a los sabios de todos los tiempos, el mundo del que Cristo habla, es el mundo del Amor.
Y cuando nosotros decimos que Dios es Amor, nosotros entendemos que el Amor es la esencia de que todas las cosas proceden.
Todos los mundos, a través de toda la eternidad, han venido y vendrán de la fuente del Amor.
Todo en el mundial vive en Amor y a través del Amor.
Todo lo que nosotros vemos - los sistemas estelares, los soles, los planetas - todos son las manifestaciones del Amor.
El cosmos entero en su integridad, el mundo físico entero es Amor, manifestado y materializado.
Esto es el grande "cuerpo de Dios."
Fuera del Amor, nosotros no conocemos Dios. Amor se conecta con todos los seres vivientes. No hay un ser viviente - no hay materia viviente - que no es influenciada, de una manera o otra, por el Amor, que no se conecta estrechamente con él.
Dios que es Amor, no sólo está fuera de nosotros, en el universo, pero también dentro de nosotros.
Él es la atadura viviente entre todo que es "sin" y "dentro".
El Amor envuelve todo dentro de sí mismo. El Amor en sí mismo es infinito, y todo fuera de él es finito.
Por consiguiente, nosotros decimos: Sólo el Amor es eterno. De él toda la vida fluye. El Amor trae la llenura de la vida.
El Bueno, que es una fruta del Amor, se contiene dentro de él.
También se contiene la sabiduría dentro del Amor, porque representa las formas a través de las que el Amor de Dios se manifiesta.
También, la Verdad es incluido dentro del Amor. Es la más pura imagen del Amor.
La Rectitud también es incluido dentro del Amor.
Por consiguiente, el Amor Divino absoluto implica la Rectitud absoluta.
Donde no hay la rectitud, no hay amor.
El aspecto físico del Amor es la Rectitud.
Para que el Amor se manifestara en tierra, debe haber necesariamente la Rectitud. El amor está sufriendo mucho tiempo y caritativo, pero el Amor absoluto requiere la Rectitud absoluta.
Sólo él quién es ilustrado con la Rectitud es capaz de recibir el Amor Divino.
El Cristo es Amor, manifestado en la Rectitud que brilla dentro de aquellos que lo aman.
El amor sólo es para las grandes, fuertes almas.
La energía enorme está oculta dentro del hombre en quien el Amor mora.
Recuerde: El amor no es para el enfermo. El amor sólo es para las personas saludables.
El enfermo y el muerto no ama. Sólo él viviendo, quién está lleno con el Espíritu Divino - ellos son los unos cuyos corazones pulsan con Amor.
No sea engañado: el enfermo, el espiritualmente muerto, no son iluminado a través del Amor.
Y cuando usted oye que alguien dice: "Yo soy un hombre de razón fría, yo no puedo amar, yo no tengo tiempo para gastar en cosas así bromea," sabe que ese hombre es tonto.
El más sabio, la más gran cosa en el mundo es el Amor.
El Ser más sabio, de quien se dice que Él es Amor, amo. ¡Él Quién ha creado los mundos, Quien ha hecho todo, Quién ha llenado todo de la vida, Quien ha hecho todos los sacrificios - Él ama, y este pigmeo con su "razón fría" no tiene tiempo para amar!
¡Cristo descendió a tierra para proclamar el Amor, y las personas de "razón fría" no pueden amar!
Viaje a través de los cielos, del universo entero, recorra a través de todos los mundos, y todos dicen que Dios es el Amor.
Y si usted pregunta a un ángel: "Nos ama Dios?" Él le contestará: "¡Mejor me pide dejar toda mi conciencia, todo lo que yo he adquirido a lo largo de todo las edades, que me obliga a que conteste su pregunta - si Dios lo ama!"
De hecho, Dios no puede ser falso a Él. Si nosotros aceptamos que Dios podría ser falso a Él, nosotros admitimos allí existe una fuerza exterior que podría limitarlo. Y eso es inconcebible. El amor es inmutable. Siempre nos ilumina.
Recuerde las palabras de la Escritura: "Para Dios así amó el mundo que Él dio Su sólo Hijo engendrado, para que el que cree en Él no deba perecer, pero tiene la vida eterna".
Esto significa: que porque Dios amó el mundo, Él sacrificó Su más bonito, más elevado, Su "sólo Hijo engendrado" en orden de levantar esas almas que creen en el Amor.
Y de verdad, uno puede creer en pero una cosa: el Amor. Cualquier otra creencia es falsa.
El Amor es anterior a la nacionalidad. El Amor es anterior a la cualquier religión. El Amor crea las religiones.
No hay religiones en el mundo divino. Allí existe sólo el Amor. La atmósfera del mundo divino es el Amor. En eso todo respira el Amor.
Las religiones aparecen porque el Amor no puede manifestarse en la Tierra.
Si usted desea hacer la voluntad de Dios, por todos los medios, reemplace la religión con el Amor.
Entonces todos que amamos seremos los sacerdotes y ministros en su templo.
La más gran cosa en el mundo es venir a conocer Dios como el Amor.
La belleza de nuestra vida está en nuestra conexión con Dios quien es el Amor.
El amor contiene dentro de sí mismo todas las condiciones, todas las posibilidades, todos los métodos por que el alma humana podría desarrollar a su llenura.
Sólo el Amor puede despertar dentro del alma sus potencialidades ocultas. La ciencia y el arte no pueden ser los estímulos para despertar el alma humana. Éste es conocimiento temporal.
El único verdadero trabajo en el mundo es la ciencia del Amor. Es el gran objeto de aprendizaje para el alma.
Cuando el hombre se pone consciente de amor como un grande y poderoso impulso, su alma y espíritu despiertan, y él entra en la conexión real con el físico, el espiritual, y los mundos divinos. Sólo a través del Amor hombre puede entender la relación que existe entre estos mundos, así como el significado de la vida.
No se olvide de una cosa: en la vida de un hombre hay sólo diez buenas oportunidades de entrar en contacto con el Amor. Cada diez años hay una posibilidad para ese poderoso poder empezar trabajando. La parte restante de la vida de hombre se asigna a aprender.
Si el hombre tiene éxito asiendo uno de esas posibilidades - uno de los rayos del gran sol que ilumina el cosmos entero - entonces todo lo que es alto y noble en su alma empezará a florecer, fructificar y madurar.
Las frutas del alma sólo maduran bajo los rayos de ese sol.
Cuando el primer rayo de Amor brilla para usted, usted experimentará dentro de su alma tal beatitud indescriptible, tal luz, tal impulso poderoso en su mente, y tal esfuerzo de su voluntad que todos los obstáculos del mundo empezarán a fundir ante usted.
Unos momentos de existencia dentro del Amor divino son infinitamente más preciosos que mil años de la vida humana ordinaria gastada en los grandes placeres y goces.
Amando, nosotros buscamos Dios. Nosotros tenemos que amar Dios en el orden de recibirlo y experimentarlo.
Recibiéndolo, nosotros experimentamos Su sabiduría.
Se escribe en la Escritura: "Usted Amará al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con todo tu alma, y con todo tu mente, y vecino tuyo como tu mismo".
Ésta es la única ley que se manifiesta en tres mundos.
Amando Dios, usted está en el mundo divino.
Amándose, su alma, usted está en el mundo espiritual.
Amando su vecino, usted está en el mundo físico.
Si el hombre adhiere a esta ley, no habrá poder en el mundo que puede resistírselo, ningún pensamiento que no estará sujeto a él y no ayudará que él logre su ideal.
Sin embargo, recuerde una gran verdad: sólo Dios ama porque Dios es el Amor. No hay ningún hombre que puede amar de él mismo.
El hombre puede ser sólo un canal del Amor, pero él no puede amar de él mismo.
Para querer que alguien ama usted es mismo que usted quiere que Dios lo ame.
Dios, deseando manifestar Su Amor hacia usted en la Tierra, tiene que seleccionar a una persona como un instrumento y manifestarse a usted a través de esta persona.
Es bastante aun cuando sólo una persona en la Tierra lo ama.
Amar, en su sentido divino, es una manifestación inteligente de dos almas exaltadas al mismo nivel del mente, del corazón y de las aspiraciones - dos almas igualmente noble y espiritualmente elevada.
Sólo dos tales almas pueden entender un al otro.
Amor entre dos tales almas está como la música. Porque sólo dos verdaderos virtuosos pueden jugar juntos.
A menudo usted pregunta: "Quién nos ama?" En la presencia de la persona que lo ama de la manera divina, el cualquier pesar que usted podría tener, la cualquier desilusión que usted podría haber, ellos todos desaparecen enseguida. Usted se sentirá relevado y ilustrado.
El sentimiento siguiente reconoce amor: cuando una persona ama a alguien, él simpatiza con él; él lo trata como él se trata. Si este sentimiento no se manifiesta, de hecho no hay Amor.
El sentimiento de perdón sale del Amor. Sólo amor perdona.
El verdadero Amor es más fuerte que la muerte. Él quién nunca ama troqueles. El amor trae inmortalidad. Las personas se mueren debido a la falta del Amor.
Si una madre tiene muy bien y inagotable amor hacia sus niños, la muerte no puede llevárselos de ella. Nada puede separar a dos seres que el Amor ha unido - ni muerte ni cualquier poder en la Tierra. El Amor Forma los lazos más resistentes en la vida. Y cuando se unen dos almas por el poder de amor en semejante resistente unión, ellos forman una alma, dos veces más poderosa y luminosa, con dos conciencias. Estas dos almas, cuando ellos se encuentran con otras dos almas unidas de esta misma manera, entran en contacto con ellos y forman todavía una alma más poderosa. Las cuatro almas unen entonces con otras cuatro y forman todavía el alma colectiva más poderosa. Así que este proceso divino del Amor continúa, ese solo puede formar las uniones resistentes, inseparables entre las almas.
De esta manera, todas las almas unen en el Amor divino en un todo, así soportando que ningún poder en el mundo puede desunir sus lazos inseparables.
Cada alma de ese todo vive dentro de las otras almas y ellos viven en él. Así la unidad en la pluralidad y pluralidad en unidad realizase.
La salvación del hombre depende completamente del Amor. Y cuando Amor manifiéstese en el hombre, aunque él se ha caído, él puede subir enseguida anterior las circunstancias.
La felicidad del hombre también depende del Amor. El hombre feliz siente un ensanchando y integridad, debido al Amor que ha venido a él. Entonces el hombre oye las voces de todos los seres vivientes y percebe el pulso de la vida universal.
El amor es la manifestación colectiva de todos los seres inteligentes que han acabado su evolución y se han vuelto uno con Dios. El amor de uno de estos seres es el Amor colectivo de todos.
Y si el Amor de un ser no es la manifestación colectiva de todos los seres inteligentes, no es el Amor absoluta.
Por consiguiente, el Amor supremo, ideal se manifiesta en amor hacia todas las personas sin sospechar su fuente. Amar a los hombres igualan cuando ellos te odian y te desean malo, servirlos continuamente, sin que ellos conocerlo - ése es el Amor ideal que está sirviendo Dios. Éste es uno de los rasgos fundamentales del Amor Divino - viene a nosotros sin tener en cuenta si nosotros somos pecadores o no.
La fuerza mágica está oculta en Amor. Es la llave que abre todo lo que está cerrado. El amor tiene su propio sagrado nombre - la palabra mágica perdida que el cabalista buscó a lo largo de todo las edades.
El sagrado nombre de Amor - ésa es la llave mágica a la vida inmortal. Con él todos los energías del negativo se transforman en el positivo. Un hombre puede hacer algo con él. Eso es por qué se dice que todo es posible a través del Amor.
El único poder que puede reconstruir mágicamente al ser entero de hombre es el Amor. Tiene que penetrar por todas partes dentro de él, penetre a los huecos más pequeños de su alma para transformarlo.
El amor debe llenar el espíritu humano. Debe manifestarse totalmente, perfectamente, ilimitadamente dentro del alma humana. También debe morar en el corazón del hombre como su esencia y contenido. Debe actuar en su mente como un poder acariciado.
Hay cuatro manifestaciones del Amor en hombre.
El amor es la aspiración dentro del corazón.
El amor está el sentimiento dentro del alma.
El amor es el poder en la mente.
El amor es el principio en el espíritu.
Y ése es el ciclo entero de desarrollo, de empezar a acabar.
Amor como la aspiración se acerca al centro de la Tierra. Éstas son las raíces del Amor.
Amor como la emoción se acerca al sol - éstas son las ramas. Amor como el poder sólo se manifiesta en los genios y en los santos. Se manifiesta en todos que se sacrifican para una causa divina.
El mismo-sacrificio es una manifestación del Amor como el poder.
Sólo un hombre que tiene intelecto puede lograr la realización del Amor como el poder.
Amor como el principio está simplemente entrando en el mundo.
Abraza todo.
Cuando el Amor manifiéstese como el poder, allí exista la atracción, la repulsión y las contradicciones. Cuando el Amor manifiéstese como el principio, todas las contradicciones cesan.
El hombre debe atravesar todas las fases de amor. Él tiene que atravesar el Amor como la aspiración - a través de sus raíces; a través del Amor como la emoción - a través de sus ramas; a través del Amor como el poder - a través de sus lozanías, y entonces entra en el Amor como principio para gustar la fruta divina del Amor.
El mundo no se transformará hasta el Amor lo penetra.
El amor es un gran fuego que trae la vida.
No hay un poder más terrible que el Amor para aquellos que están en falta de harmonía con él.
Los tormentos de infierno serán suyos. El fuego del Amor, como una gran ola, está entrando ahora en el mundo.
Fundirá todo lo que no puede soportar la intensidad alta del Amor.
Cuando el Amor no se entiende correctamente, su jugo dulce se convierte, por la acción de una cierta fermentación astral, en un tipo peculiar de vino.
Este vino embriaga a las personas cuando el impulso del Amor aparece dentro de ellos y ellos comprometen miles de pecados y crímenes.
Pero usted, quién piensa, reconozca este vino del Amor humano que se forma como consecuencia de los jugos dulces del Amor.
Baje intrépidamente a las raíces del Amor.
Extiéndase entre sus ramas.
Florezca como una flor del Amor.
Vuélvase la fruta del Amor.
Y cuando usted entra en el mundo donde las frutas del Amor maduran, usted cantará la canción de él quién ha completado el gran círculo del Amor - de las raíces para la fruta.
Escuche a esa canción:
"Dios es Amor,
eterno, ilimitado,
lleno de la vida -
la vida del manso Espíritu Divino,
el Espíritu de la santidad,
el Espíritu de la caridad,
el Espíritu de la paz completa y la alegría para cada alma."
Y usted oirá la contestación de las almas amorosas:
"Nosotros caminaremos en ese camino de Luz,
dentro de que reina el Amor Divino."
El estilo de vida de la Fraternidad de Luz.

viernes, 17 de febrero de 2012

"DEBE HABER MEDITACIÓN". Swami Vivekananda.

"DEBE HABER MEDITACIÓN".
Swami Vivekananda.




Debe haber meditación. La meditación es lo esencial. ¡Medita! La meditación es lo más grande. Es el mayor acercamiento a la vida espiritual . Es el momento de nuestra vida diaria en el cual no somos materiales, el alma pensando en sí misma, libre de toda materia...ese maravilloso toque del Alma.

Swami Vivekananda.

viernes, 10 de febrero de 2012

Alquimia Mental


Alquimia Mental



Por el estudio cultiva el hombre la inteligencia. Por la educación modela el alma, crea hábitos mentales, disciplina, sentimientos de deber y de responsabilidad; desarrolla el espíritu de observación, el juicio, la voluntad. Por la educación aprende a gobernar sus sentimientos. El hombre es guiado en la vida, más que por la inteligencia, sobre todo, por sentimientos de los que deriva su carácter. ¿Cómo puede gobernarse una nación, una ciudad, dirigir ejércitos o una modesta fábrica o liderar un grupo, si se ignora el arte de manejar los sentimientos y las pasiones de los humanos? ¿Cómo podrá un hombre manejar los sentimientos ajenos si desconoce el arte de manejar los suyos propios?

Desde el momento de nuestro despertar a la vida, asistimos a la contemplación de sus fenómenos y a la experimentació n de lo que ocurre dentro de nuestro propio Yo y fuera de él. El arte de manejar los sentimientos nos lo enseña la vida; nuestro primer aprendizaje es enteramente experimental y a menudo doloroso. El niño que atraído por el brillo de una llama trata de tocarla y siente el dolor vivo de la quemadura, aprende por sí mismo a gobernar sus impulsos, a dominar sus sentimientos.

La contemplación y experimentació n de los fenómenos de la vida van grabando los caracteres psicológicos del Yo y traduciéndose en hábitos que, si asimilan lo bueno e imitan lo perfecto, donde quiera que estén, van despojando al ser interior de deformaciones innatas y de accesorios primitivos como de lastre inútil y van contorneando la personalidad con rasgos adaptables al mejor cumplimiento de un destino en la vida y al logro de la felicidad, supremo móvil de todos los actos humanos.

Pasado y presente

El fenómeno fisiológico actual, es decir, el Yo físico con sus órganos en función, con el aliento de la vida, con la facultad de movimiento y de percepción por los sentidos; el fenómeno psicológico, o sea, el alma en operación, con la facultad de conocimiento, raciocinio e imaginación, con la facultad de amar, desear y rechazar; el momento de relación entre el mundo interior y sus dominios y el mundo exterior y sus realidades, constituye el presente, lo absoluto de la vida, en el tiempo.

El presente no está sujeto a medida, es una continuidad, un enlace perenne entre lo que fue y lo que será, entre lo que acaeció y lo que vendrá; tiene el valor de la vida misma, y por esto es lo único que en verdad interesa al humano en el tiempo. El pasado no existe, el porvenir es una secuencia del presente.

Si el momento actual vale lo que la vida y es lo único que interesa, es lo que ahora piensas, es lo que ahora haces, lo que importa. Ya estudies, trabajes, descanses, ya te recrees, cada una de tus ocupaciones, atienda a tu espíritu o a tu cuerpo, debe determinar una feliz solución al presente. La solución feliz del instante demanda un acopio de fuerzas para enfocar con vigor las facultades en el vivir momentáneo.

La solución feliz del presente es el preludio de un futuro victorioso. si estás seguro de que dar al presente cuanto eres capaz de dar, no temas el porvenir, espéralo confiado y optimista. Pero no vuelvas al pretérito, si no es para aplicar en favor del presente las experiencias que te dejó. No vuelvas a las cosas ingratas del pasado, ellas están sepultadas definitivamente en la nada. No obstruyas el curso del vivir momentáneo, no impidas la posible felicidad actual, viviendo el ayer, lamentando los errores y extravíos que cometiste, apesadumbrándote por lo que pudo ser y no fue, por lo que pudiste hacer y no hiciste. Si te alimentas con el pasado, tu rostro se tornará lúgubre, tu carácter huraño y reservado, no inspirarás simpatía, no podrás ganar amigos ni prosperar en la vida.

Luego de eliminar los recuerdos del pasado y los temores del mañana, la mente por medio de la facultad de la imaginación es más poderosa que la voluntad. probemos el aserto: En el insomnio, mientras mayor es el esfuerzo por conciliar el sueño, mayor es la excitación y el desvelo. En la risa, cuanto más violenta la voluntad el atacado de risa más incontenible se vuelve. En el miedo, el ciclista novel, por ejemplo, cuanto más procura evadir un peligro que se le presenta más derechamente va hacia él. Pero si el individuo que está desvelado, abandona su imaginación a ideas de sueño, pronto se queda dormido. Si es atacado de risa, piensa en un suceso triste, al punto domina la risa. Si el ciclista que ve acercarse el peligro, imagina que lo vence, seguramente recobra la sangre fría necesaria para salvarlo. La imaginación consigue lo que no el esfuerzo de la voluntad.

Somos en verdad impotentes para dominar con solo la voluntad, los sentimientos de tristeza, envidia, codicia, venganza, celos, desaliento, etc. que carcomen nuestra conciencia y crecen y se agigantan con espontánea rapidez una vez que nos invadieron, si la mente no va en inmediato auxilio de la voluntad, oponiéndose con el más eficaz reactivo,  que son los pensamientos contrarios, es decir, generosos, alegres, optimistas, lo cual se llama también reflexión.

El hombre es capaz de dominar su conciencia, cuando se ha habituado a gobernar su cabeza. Cuando de costumbre alberga ideas sanas, nobles, placenteras, acaba por dar a su carácter hermosas cualidades, a su rostro iguales rasgos; y su conducta es, por consiguiente, una fiel derivación de esas ideas. Si se acostumbra a mantenerse sereno y dueño de sí, acaba por adquirir un temperamento dúctil y a la vez firme, al que no desmoralizan ni desconciertan las grandes contradicciones que le sorprenden, ni las pequeñas molestias y contratiempos diarios ineludibles de la vida.

Muchos de los que se creen desdichados y vencidos de la vida, llegaron en verdad a tan triste condición por haber contraído la costumbre de pensar siempre en la desgracia. Esta malsana costumbre les hace perder la visión exacta de las cosas y el concepto de las proporciones y así los objetos más inofensivos toman torvas actitudes, sucesos más inocentes adquieren contornos agresivos y se convierten en víctimas y verdugos de sí mismo. El funesto hábito de quejarse, de maldecir de su suerte, de creer que algún invisible les persigue estropeando y desbaratando todos sus intentos, es el peor fantasma que puede perseguirles para atormentar su vida y amargar a los que le rodean. Aquí el remedio diario es revestir a tu ánimo con la serenidad, que es la fe en la vida y en ti mismo; siempre hay que prepararse a la jornada del día con la  cordial disposición del que va a una fiesta, sin prevenciones, recelos, ni cautelas. Si con la inteligencia abierta a toda comprensión, con la memoria cerrada a todo recuerdo ingrato, con la voluntad pronta a seguir las buenas sugestiones de tu espíritu. Por medio de la imaginación puedes colocarte en las más favorables disposiciones mentales, morales y físicas. El libre albedrío tienes para escoger la índole de pensamientos que vivan en tu mente y de emociones que vibren en tu ánimo. Es el secreto de la alquimia mental.

viernes, 27 de enero de 2012

ORACIÓN A LAS MANOS DEL CRISTO



ORACIÓN A LAS MANOS DEL CRISTO



La mano abierta del Cristo une las manos cerradas de los hombres; es el puente de unión en el Amor.

Nosotros rezamos y vemos muchas personas rezar el Padre Nuestro tomados de las manos. Nos gustaría que reflexionen sobre el profundo misterio que envuelve a esas manos que se unen:

La mano joven se une a la mano vieja y, entre ellas, se cruza la mano eterna del Cristo.
La mano débil se une a la mano fuerte y, entre ellas, se cruza la mano firme del Cristo.
La mano blanca se une a la mano negra y, entre ellas, se cruza la mano santa del Cristo.
La mano trémula se une a la mano segura y, entre ellas, se cruza la mano sustentadora del Cristo.
La mano ajada se une a mano sedosa y, entre ellas, se cruza la mano experimentada del Cristo.
La mano del médico se une a la mano del paciente y, entre ellas, se cruza la mano ensangrentada de Cristo.
La mano del empleado se une a la mano del patrón y, entre ellas, se cruza la mano de maestro del Cristo.
La mano de la ignorancia se une a la mano de la sabiduría y, entre ellas, se cruza la mano omnisciente del Cristo.
La mano pecadora se une a la mano de la gracia y, entre ellas, se cruza la mano del perdón del Cristo.
La mano de la vida se une a la mano de la muerte y, entre ellas, se cruza la mano redentora del Cristo.

Lamentablemente, solamente las manos cerradas no se unen a otras manos cerradas. Y, aún así, entre ellas se puede, ¡es que entre ellas se cruza la mano abierta del Cristo!