jueves, 12 de mayo de 2011

¿Qué es Fraternidad?


¿Qué es Fraternidad?



Antes de hablar sobre la fraternidad a la cuál pertenecemos quisiera comentarles el veradero significado de la palabra Fraternidad, ya que para muchos es desconocido de dónde proviene.

Fraternidad, proviene de la palabra latina frater (hermano) viene de la indoeuropea brâther, que denota una fraternidad no consanguínea, es decir, no designa al hermano carnal. La palabra griega phrater se deriva de la anterior y era usada por los griegos para designar un parentesco espiritual. Más tarde aparece en griego adelphos para designar la fraternidad biológica, es decir, a los hijos de la misma madre. Los romanos usaban frater para designar la fraternidad o hermandad en sentido de comunión de ideas, sentimientos, amistad, solidaridad, participante de las mismas ideas religiosas. Para referirse a la fraternidad biológica usaban fratergermanus, hermano carnal, pariente consanguíneo.

Fraternidad, es un sentimiento que proviene del alma, a un nivel más elevado por decirlo así, que el de la AMISTAD; ya que la amistad implica el conocimiento mutuo entre dos seres humanos, y que está condicionada a que exista cierta correspondencia, cierta afinidad de carácter, de pensamiento, de gustos y aficiones, etc..., pero por su naturaleza, tan frágil, es un lazo que nos une con nuestros semejantes, y puede romperse, a veces por una mínima discrepancia, por lo que es menester de cultivarla con mucha sutileza.

Fraternidad, es el lazo indestructible que nos une con nuestros semejantes en nuestros intereses comunes, sin implicar condición alguna; es la expresión del alma, es la manifestación libre del Amor hacía nuestros semejantes. No importando que tengamos diferentes creencias, diferente ideología, diferentes gustos y aficiones o posición social.

Fraternidad, es la convivencia llena de afecto, inclusive con personas que jamás hemos visto anteriormente, y que unidas en esa comunidad de intereses, que es la búsqueda de nuestro perfeccionamiento material y espiritual, cooperan con nosotros para lograr nuestros ideales, de manera expontánea y libre de prejuicios.

Fraternidad, es el aprendizaje de nuestra propia naturaleza, que nos induce a conocernos a nosotros mismos, por el conocimiento de nuestros semejantes.

Fraternidad, es el compañerismo de nuestros semejantes, para con nosotros mismos lograr alcanzar nuestros ideales.

Fraternidad es la maestría que nos induce por los senderos de perfección a través de la enseñanza mutua.

Fraternidad, es esa flama que ilumina y descubre todas esas Ciencias Ocultas, que existen en nosotros mismos, que nos muestran la razón de nuestra propia naturaleza.

Fraternidad, es el conocimiento oculto de todas esas naturalezas, y que está contenido en todos esos antiguos Tratados de Alquimia.

Fraternidad, es el proceso alquímico, por medio del cuál, en el matraz, que implica el conocimiento de nuestra naturaleza interior, simbolizada por la tierra, unido a nuestra fuerza de Voluntad, simbolizada por el fuego, limpiando nuestras impurezas a través del agua y elevando nuestro pensamiento a través del aire, logramos la trasmutación de un metal vil, como el plomo, en otro considerado como el más puro, es decir, el oro.

Fraternidad, es el sentimiento más puro y noble que al ser compartido, en lugar de restarse, se multiplica.

La "Fraternidad en la misión" fue instituida por el mismo Jesús, durante su vida mortal. Leemos en el Evangelio de Lucas: "Luego designo el Señor otros setenta y dos, y los mando por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a dónde pensaba ir él" (Lc 10,1).

El ideal fundamental de la Fraternidad en la misión es importante para Jesús, pues, por principio, no es bueno que el hombre esté solo, como se dice en el libro del Génesis (Gen 2,1) la comunidad fraterna con otros responde a la esencia social del ser humano. El estar solo entraña peligros para toda persona y para su desarrollo. "Vaesoli!", "¡Ay de quién está solo!", decían los romanos. Quién está solo, está a la merced del otro y de él mismo. En compañía puede uno defenderse mejor de los peligros exteriores provenientes de hombres, de cosas y de acontecimientos. en la coparticipación humana está uno protegido de los endurecimientos y de las deformaciones del propio espíritu y de la propia alma, así como las tentaciones provenientes del propio interior. La Fraternidad es una defensa contra los peligros de fuera y contra los de dentro, así como un correctivo para las propias debilidades.

Además, la Fraternidad es importante para la misión misma. "Está escrito que el testimonio de dos es válido", leemos en el Evangelio de San Juan (Jn 8,17). Si hay al menos dos personas que atestiguan lo mismo, puede aceptarse como verdadero. Así Pedro y Juan van al sepulcro de Jesús, ven que está vacío y pueden dar testimonio de la resurrección. Los discípulos de Emaús son dos. Los apóstoles a quienes se aparece el resucitado son diez, y luego, con Tomás, el incrédulo once. En la misión de la Fraternidad es indispensable para que se acepte el testimonio.

La oración, que debe acompañar a la misión, es más segura y mejor cuando se hace de dos en dos. "Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18,20).

La Fraternidad en la misión es indispensable pero no es fácil. Hay que conquistarla y mantenerla. Esto exige tiempo para el intercambio, para la comprensión y el perdón. La Fraternidad exige renuncia al egocentrismo, a la soledad separada de los demás, a la autorealización egoísta, al uso de la fuerza sobre los otros, al prestigio ante los otros, así como el afán de seguridad personal y de riqueza. San Francisco, que buscó y recomendó como nadie antes ni después que él la Fraternidad en su orden, en su Fraternidad de hermanos para la iglesia, sabía por qué. Por eso exigió la humildad, la pobreza y la castidad como condiciones previas de la Fraternidad.

Cada uno considera al otro superior a él y cada uno sirva a todos los demás con los dones que Dios le ha dado, amonesta San Pablo. Esto es Humildad.

Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo lo tenían ellos en común (cf. Hch 2, 44). Esto es la verdadera pobreza.

¡Dichosos los limpios de corazón!, se dice en el sermón de la montaña según San Mateo. Vivir sin patrañas ni embustes, sin socarronerías ni trampas, con toda sinceridad y franqueza: Eh aquí la auténtica castidad en el trato con los otros.

Fraternidad es luchar constantemente por el bienestar y la armonía social. Fraternidad es disimular la ofensa y actuar con mucha prudencia, reconociendo que quién siembra vientos cosecha tempestades, y el que descubre el secreto en chismes anda.

Fraternidad es dominar nuestra lengua y evitar que ella se desboque en la intriga y la calumnia, porque la intriga y la calumnia ahogarán el Amor Fraternal y lo cambiarán por odio y desconfianza. Fraternidad es ofrecer, dar, sin esperar recibir nada a cambio, comprensión y tolerancia.

Fraternidad es sentir la alegría y el sufrimiento ajeno. Fraternidad significa estar dispuesto a entender el porqué de la actitud y la conducta de quiénes con nosotros viven y conviven.

Fraternidad es no dar oídos y poner un hasta aquí a la murmuración, a la calumnia y al engaño.

Fraternizar es conocer nuestros errores y estar dispuestos a disculpar las fallas o los errores de los demás.

Ninguno podrá saber lo que es Fraternidad y Fraternizar, sino está dispuesto y disponible a ser fraternal, porqué primero tenemos que ser fraternales si queremos saber lo que es fraternizar, recordemos que primero es dar y después recibir.

Pues bien creo que me siento feliz de poder expresarles a cada uno de ustedes mi concepto sobre Fraternidad.

Ahora continúen y conozcan mi Fraternidad.

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